3 de febrero de 2008

En memoria de José Rangel


Ahora quiero contar algo antes de que lo olvide, quiero escribirlo aquí por si acaso alguien lo lee. No sé si tenga lectores o no. No sé si esto sea importante para el mundo. Para mí lo es. Quiero contar algo que me dijo hace meses, o días, u horas, unos momentos tal vez, José Rangel Acosta. Uno de los últimos hombres que amaban de forma auténtica el campo, allá en San Juan de Retana. El iniciador del templo, que hoy se construye de forma perpetúa. El hombre que partió a los Estados Unidos durante 20 años y que más de alguno creyó que no regresaría. Hombre de excesos, también de contención y temple. Diestro en el billar, incluso más allá de su juventud. José Rangel, el hombre que jugaba por una bebida, que emprendía todo oficio por unos dólares. Alguna vez me dijo que nunca desestimará trabajo alguno, porque el hombre siempre debe fraternizar con otros hombres. También me enseñó que la familia siempre es primero. Ese hombre me contó anécdotas tan sorprendentes cuando me vio partir.
Hablo de mi abuelo, mi papá José, o pa'José, como le decíamos en vida. Ese hombre daba todo de sí para el templo local, ese lugar en donde dicen que no fue velado. Aún recuerdo cuando le pidieron tierra, cómo la gente le lanzó improperios y él no les dijo nada: sólo cedió las tierras. Cuando le pregunté por qué lo hizo, me dijo dos cosas: "Era para el templo" y "Dios dirá". Decía: "p'a que enojarse, eso hace daño". Tantas cosas que hoy recuerdo de golpe. Como dice Jorge Manrique: "cómo, después de acordado/ da dolor".

Tan lejos de él y no pude despedirme.

Mi abuelo falleció el pasado Miércoles y hasta hoy sábado me he enterado, descanse en paz.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Quisiera decirte muchas cosas... pero en estos casos pues no se de que manera explicarme... lamento mucho lo de tu abuelo, pues yo se que se siente que se te valla tu abue consentido pues el mio murio hace ya mas de 8 años.. lo lamento animo!

Mis abuelos tambien son de San Juean de Retana...

Athkiel dijo...

Perder a un ser querido es una de las experiencias mas desconcertantes que hay.

Que ese ser querido se vaya cuando no podemos decirle si quiera adios en persona. Es doloroso.

Estar tan lejos y solo con los recuerdos de esa persona, te deja dos caminos: atesorar en privado y para toda la vida los momentos que pasaron juntos, o dejar que el dolor y la frustracion te invadan, y no te permitan entender el momento.

Espero que hayas elegido la primera opcion. Un abrazo

nattmørker dijo...

Pues como te había dicho, lo importante es que, como me contaste, compartiste muchas cosas con él, y pues eso es mas importante que el haberse despedido. Pero pues, tal vez no se pueda decir mucho, pero pues espero que ya estes mejor al respecto.

Saludos desde aca, y pues seguimos ya en contacto otra vez.