23 de enero de 2008

Ideas vagas sobre el mundo posmoderno

Hace días conversaba con un amigo acerca del papel de la poesía, del arte, del hombre y hacia el final de la conversación él mencionó el llamado espíritu del hombre posmoderno. En ese momento no entendí lo que me quiso decir, pero no lo pregunté porque me urgía conocer otras respuestas. Sin embargo al regresar a casa, recordé que esa era una pregunta importante por lo que le envié un correo electrónico y me contestó diciéndome que se refería a la voracidad individualista del hombre, su arrogancia, lo banal de su ocio y su desmesura por querer convertir al arte en ocio, en mero placer momentáneo, todo con carácter mercantil. El hombre como transacción.

Recordé vagamente algo de Octavio Paz donde dice que el hombre posmoderno no puede definirse como un ser más allá de lo moderno, es decir, más moderno que la misma modernidad. Esa duda es persistente en mí. ¿Nuestra época puede ser más moderna que la anterior? Corominas nos da una idea de la palabra modernidad, que es precisamente lo que sucede ahora mismo. ¿Puede existir la palabra posmoderno? ¿Puede pensarse siquiera en algo que sucede más allá del instante en que sucede, haciendo referencia a lo que sucede actualmente, opuesto, claro, a lo anterior y sin tocar ya el futuro, sin la idea de progreso?

Sólo vaguedad, eso es lo único que podemos obtener, podría decirse, sin embargo, que sí el hombre posee ahora un espíritu distinto al época moderna, entonces este tipo de hombre nuevo es más brutal, cosa que nos llevará a lo que dijo Sabines: "el hombre se traga al hombre" en su famoso poema.

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