20 de enero de 2011

Poema


Es ya la media noche
y los murmullos aún no repican.
La insomne luna está donde sïempre
y los árboles nos piden a gritos
se les llene de flores.
Oh, todo se disipa.

¿A dónde iremos cuando esto termine?
Pero, ¿a dónde queda eso
que se acalla en las lentas madrugadas?
Esta no es aquella que antes fue nuestra.

Que sean puestos los collares de flores.
De igüal modo, habremos de marcharnos.
Oh, todo se disipa.

Celaya, 2009

1 comentario:

Joaquin dijo...

Triste, todo acaba en melancolía.
Las horas se dispersan y se va borrando la tersura.
Un abrazo
Joaquin