No existe más dolor, sólo tú,
no existe más pesar, sólo tus brazos
largos como la sombra,
reconócelo al mirarte,
al observar a los insectos al ras del techo
fundiéndose en los focos.
No hay muros que saltar,
sólo existe el viento, la lejanía,
el horizonte que te indaga.
Madrid, 2008
5 comentarios:
Me encanta eso de "No hay muros que saltar" Me parece más desgarrador que un millón de batallas
¿Poema de amor? ¿Poema de desesperanza? Pero poema y belleza al mismo tiempo.
Joaquin
Sin palabras ..me dejarías compartir el link de tu blog en mi muro?
creo firmemente que mas gente debe ver lo que escribes
Sigue :)
Hola Josefina. Me siento honrado por tus palabras. Claro que puedes.
Saludos.
José, maravillosa poesìa.
Un enorme abrazo
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