28 de julio de 2009

Movimiento, de Octavio Paz

Si tú eres la yegua de ámbar
------------yo soy el camino de sangre
Si tú eres la primer nevada
------------yo soy el que enciende el brasero del alba
Si tú eres la torre de la noche
------------yo soy el clavo ardiendo en tu frente
Si tú eres la marea matutina
------------yo soy el grito del primer pájaro
Si tú eres la cesta de naranjas
------------yo soy el cuchillo del sol
Si tú eres el altar de piedra
------------yo soy la mano sacrílega
Si tú eres la tierra acostada
------------yo soy la caña verde
Si tú eres el salto del viento
------------yo soy el fuego enterrado
Si tú eres la boca del agua
------------yo soy la boca del musgo
Si tú eres el bosque de las nubes
------------yo soy el hacha que las parte
Si tú eres la ciudad profanada
------------yo soy la lluvia de consagración
Si tú eres la montaña amarilla
------------yo soy los brazos rojos del liquen
Si tú eres el sol que se levanta
------------yo soy el camino de sangre


Octavio Paz, El fuego de cada día, Seix-Barral, Barcelona, 1989

1 comentario:

Joaquín dijo...

Creo que este poema es una declaración de amor. Un poema del yo del poeta al tú de la amada. Sus imágenes son luminosas, y, a veces, son figuraciones o metáforas de los dos sexos enfrentados. Palabras recias y sonoras las de Paz. Sus poemas, en general, siempre me han gustado mucho.
Un saludo
Joaquín