31 de diciembre de 2009

Carta Abierta

Estimada Desconocida

Debo solicitar tu perdón por irrumpir en tu vida, así nada más, escribiendo o tratando de escribir una carta, unas líneas que a pesar de mis esfuerzos carecen de sentido, pero es importante hacerte saber cuánto te espero, cuánto te necesito. Nadie ha podido penetrar en mis pupilas como sólo las tuyas lo han hecho. Es necesario que vuelvas. Es necesario poder desechar tu fotografía, sentir tus ojos nuevamente sobre los míos. Mi lámpara de noche me dice que es tarde para solicitar tu presencia, para esperar respuesta de ti, pero una vaga sensación me dice que no todo está perdido.

JA

30 de diciembre de 2009

13 de diciembre de 2009

disquisiciones provincianas

Estimado Pablo:

Una cosa es que me digas lo mal que escribo y otra que me critiques  simplemente porque no te gusta mi escritura. Vamos, hay que poner las cosas en claro. Si digo que es necesario volver a la tradición no es por desconocimiento de la misma. Sé lo que dirás de mí ahora mismo, pero es necesario que quede claro, vuelvo a la tradición porque sólo desde ella se puede forjar un nuevo decir. Claro, dirás, ¡vaya perogrullada que está diciendo este tipo! Sin embargo, no lo digo por excusarme. Bien sabes el trabajo que me ha costado llegar a esta postura, sobre todo al venir mi formación desde un área donde se habla de cablecitos y lucecitas.
Hay también otras cosas que quiero aclarar contigo: cuando digo que no buscaré una imagen que sorprenda sino una imagen solamente, no lo digo por pereza, por no tener las suficientes sinapsis diarias que todo decálogo nutricional recomienda. Lo digo porque siento la búsqueda de imágenes sorprendentes como una barrera entre el decir y la significación real de ese decir. Es fácil para cualquiera crear mundos nuevos a partir del lenguaje, ese decir por decir. Tú lo sabes mejor que nadie, pero no lo es tanto lograr la perdurabilidad de las significaciones de un buen verso.
En los últimos meses, lo sabes, he sentido una angustia terrible por no terminar un poemario, así que no me vengas a decir que soy perezoso o que no quiero pensar en imágenes nuevas por pereza. La poesía, vaya que lo sabes, debe surgir de forma natural, no de imposturas. Pero al parecer tú y tu camarilla insisten en someter mis textos a algo que no son, que nunca han buscado ser y que por tanto nunca serán. Todo lo que dices en tu carta está muy bien para alguien más cerebral, no para mí. No para mí que, siguiendo a Gamoneda, la única licencia que puedo admitir, para bien o para mal, es la de poeta. ¿Crees que aún no estoy listo o que aún no reúno el perfil necesario para poeta? ¿Quién lo sabe? Díme, ¿quién lo sabe? Sólo tú, dime ¿quién lo sabe?

Un abrazo de tu perezoso amigo
JA