11 de septiembre de 2009

¿Cómo era, Dios mío, cómo era?


Todo tu cambiar trocóse en nada
(Juan Ramón Jímenez)

2 comentarios:

Joaquín dijo...

Aqui y ahora, la nada no existe. Dios hizo al hombre de un montoncillo de arcilla y de un soplo en las narices: algo es algo.
Todo se transforma.Venga, pongámonos a reciclar, y que el trueque resulte bello.
Lo ves.
Un abrazo
JT

José Antonio dijo...

Joaquín: es algo mucho más sencillo, simplemente no recuerdo cómo era aquello...