Lo mejor sería escribir los acontecimientos cotidianamente. Llevar un diario para comprenderlos. No dejar escapar los matices, los hechos menudos, aunque parezcan fruslerías, y sobre todo clasificarlos. Es preciso decir cómo veo esta mesa, la calle, la gente, mi paquete de tabaco, ya que es esto lo que ha cambiado. Es preciso determinar exactamente el alcance y la naturaleza de este cambio.
Jean-Paul Sartre; La Náusea; Editorial Época; México, 2006
1 comentario:
A Sartre lo leí cuando era joven; quizás deba releer algo ahora. Recuerdo que me impresionó mucho "Les Mots", también sus dramas.
Tus acotaciones de estos grandes actores de la palabra, consiguen evocaciones e invitan a la reflexión.
Saludos
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