Una noche tus muslos se abrirán como un libro para mí.
Y como un libro te leeré,
como un poema con olor a deseo,
deleitando pausado las sílabas de luz
que guardas al vestirte.
Y una noche también conoceré la música que llevas,
el pentagrama de tu cuerpo
cuando te acerques vestida solamente del color de tu piel
y el deseo encienda un aire de orquesta entre tus pechos.
Y haremos el amor como boca y palabra,
como el violín y el arco iluminados por el genio,
como la ola y la arena
hasta dejar un cúmulo de espuma
caer en nuestros nombres.
Sí, una noche tus muslos o tu libro o tu música
se abrirán para mí.
Embestirás frénetica mi destello unicorne,
sembrarás el silencio con gemidos dorados
y yo descansaré por fin sobre tu sueño
y arrojaré largas noches
al cesto de basura.
Baudelio Camarillo, En Memoria del Reino, INBA/Joaquín Mortíz, México 1994
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