¿Cómo separar a la Poesía de lo que no lo es Poesía, su función renovadora, vital? Para ser, como dice Zambrano, su amante irredento, el obsesivo que busca su perdón, su voz que le nombre como un provilegiado. Por ello busca, el poeta, ser lo más puro, o ser, verdaderamente puro para agradecerle así a su amante -madre, diosa implacable. El poeta piensa sus acciones en torno a esos favores, hacía la búsqueda de redención ¿Cómo lograrlo? Existen tantos distractores en el mundo que parece imposible estar siempre alerta para atender el llamado, si es que éste llega o está destinado a él, pues, el poeta no elige, no tiene elección en su fatalidad, ella, la Poesía, toma la iniciativa quién decide cual es su transmisor.
¿Qué actos son impuros? Nadie lo sabe con certeza. Nos movemos a fuerza de intuición, mediante la observación de los resultados y la comprobación tácita de estos. A veces, nos sorprende el hallazgo de la voz, tímidamente dibujada en un verso, en una espalda blanca... en un sonido que más que sonido es silencio y entonces creemos ir por lugares correctos, estar tocando las notas adecuadas; sin embargo, ¿Quién nos indica que estos indicios no son más que tretas para juzgar nuestra fidelidad? El verdadero poeta lo sabe, o lo sabrá con el tiempo, dentro de sí, contiene la respuesta.
¿Qué actos son impuros? Nadie lo sabe con certeza. Nos movemos a fuerza de intuición, mediante la observación de los resultados y la comprobación tácita de estos. A veces, nos sorprende el hallazgo de la voz, tímidamente dibujada en un verso, en una espalda blanca... en un sonido que más que sonido es silencio y entonces creemos ir por lugares correctos, estar tocando las notas adecuadas; sin embargo, ¿Quién nos indica que estos indicios no son más que tretas para juzgar nuestra fidelidad? El verdadero poeta lo sabe, o lo sabrá con el tiempo, dentro de sí, contiene la respuesta.
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