Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé!
Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte
Serán talvez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivído
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!
César Vallejo, Antología Poética, Editorial EDAF; Madrid, 1999.
2 comentarios:
Esta entrada, ahorita me viene como anillo al dedo.
Complementaría diciendo que esos golpes nos hacen más fuertes convirtiendose en males necesarios.
Algo que aprendí a fuerza de golpes =) es que nunca recibiras un trancazo que no puedas soportar. Todo lo que nos pasa en esta vida es porque podemos con esos golpes, y al sanar vemos las cicatrices dejadas, y podemos decir con orgullo: "¡Qué venga el siguiente!"
Es uno de mis poetas favoritos.
Un saludo
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