18 de enero de 2008

Noticias desde los castillos

Hace días tuve otro recital en el barrio del Pilar. Hubo pocas personas. Sin embargo, para mí, el evento fue una experiencia importante. Los escasos asistentes me preguntaron cosas como si yo fuera un gran poeta. También señalaron la sonoridad de mi poesía y de un cierto americanismo del que no tengo noticia. Con nadie debato, sólo escucho con atención todo lo que me dicen. En mis recitales he procurado leer mis textos y atender el impacto que causan en las personas. No lo hago con la finalidad de escribir para ellos. Reitero que no escribo para la gente o para comprometerme con los gustos de la gente, escribo lo que me inquieta al contemplar el mundo y a mi mismo. Bien, escucho y sigo atento a las impresiones de los demás para conocer lo que les asombra de mis textos, qué sensaciones les produce y, así, pulir mi escritura. Ellos han colaborado en ésto sin chistar. Puedo asegurar que les emociona que sea así.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me asombra el leer algo fuera de lo comun, me inpacta leer una poesia diferente.


Saludos :P

Isr@el dijo...

wow un recital

Ya puedo presumir a mis parientes y amigos que tengo un amigo poeta

:) Saludos