Me siento en la primera fila y espero. La función está a punto de iniciar.
Ya los faroles se apagan. Ya se van sentando todos.
Los protagonistas repasan sus guiones y se besan.
El reparto busca donde colocar sus huellas.
El director busca su pelo.Y las luces se encienden.
Veo el reloj. Hay pulsaciones entre circuito y circuito.
Veo un dígito frente a otro: dos centellas alumbran la noche.
Aprieto mi puño. Me falta decisión.
Quizás no debería estar aquí.
Quizás no debería ser aquí.
Quizá debería.
Todo es ondulante.
El telón comienza a subir y puedo ver los tobillos de los actores:
barro fresco,
pérdida inminente.
He aquí que viene el estío la estación violenta
y mi juventud ha muerto como la primavera
oh sol es el tiempo de la razón ardiente
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