Hace un par de años, con la debacle de propósitos me ví perdido, entonces comencé a cuestionar todo, en aquél tiempo, como se dice por ahí, pensé que era afortunado. Eso, sin embargo, ahora lo pienso, no lo fue.
Me percaté que le prestaba más atención a la poesía que a otras cuestiones y que dichas cuestiones no me favorecían. Nunca imaginé el tamaño de la empresa que comenzaba. Pero después de tiempo el descrédito del didactismo y desvalorización de la labor que deseo emprender me han hecho cuestionar mi labor. Alguno dirá que eso no debe importarme, le doy la razón, pero esas cuestiones son como piedritas en el zapato que después de andar un par de calles, las notas e incluso piensas que es mejor dejar de caminar.
¡Vaya cuestión!, también, y ahora digo esto a manera de confesión, está otra cosa que por el momento es inalterable, mi condición fisiológica, y fisonómica. Pareciera, y espero que no se note mi recelo, que la sociedad occidental se divide en dos bloques: los que se divierten con juguetes y los que se divierten con lo demás. De forma clara, niños y adultos. Como la fruta: Maduros e Inmaduros. ¿Fisiología nada más, fisonomía?. No lo creo. En la imaginería de la gente los estereotipos pesan mucho. Lo anterior ya ha creado en mí una baja, ahora bien, después de acercarme a los conceptos y conceptualizar el concepto, pude distinguir lo artificioso que pueden ser las emociones bajo este rubro, pues la emoción verdadera, la que poseé el ritmo vital, jamás está bajo la sombra de las limitantes dichas. Hace algunos meses emprendí mi labor de manera sacra, con lo cual todo quedó aparentemente sacralizado, sin embargo, ahora dudo. Le leí hace unos días a Ángel González la premisa de Descartes de manera curiosa: Dudo, luego insisto.
También me quedó otra frase: hay algo que el poeta nunca debería dudar; la significación de su trabajo, la trascendencia del arte en que se ejecuta. Al dudar lo que hace, si será trascendente, si será importante tanto esfuerzo, no se ejecutará nada por lo cual, primero debe ser importante para uno mismo,
por el momento aquí le dejo, creo que ya perdí el hilo, escribo esto por momentos en la oficina, así que hasta luego.
Me percaté que le prestaba más atención a la poesía que a otras cuestiones y que dichas cuestiones no me favorecían. Nunca imaginé el tamaño de la empresa que comenzaba. Pero después de tiempo el descrédito del didactismo y desvalorización de la labor que deseo emprender me han hecho cuestionar mi labor. Alguno dirá que eso no debe importarme, le doy la razón, pero esas cuestiones son como piedritas en el zapato que después de andar un par de calles, las notas e incluso piensas que es mejor dejar de caminar.
¡Vaya cuestión!, también, y ahora digo esto a manera de confesión, está otra cosa que por el momento es inalterable, mi condición fisiológica, y fisonómica. Pareciera, y espero que no se note mi recelo, que la sociedad occidental se divide en dos bloques: los que se divierten con juguetes y los que se divierten con lo demás. De forma clara, niños y adultos. Como la fruta: Maduros e Inmaduros. ¿Fisiología nada más, fisonomía?. No lo creo. En la imaginería de la gente los estereotipos pesan mucho. Lo anterior ya ha creado en mí una baja, ahora bien, después de acercarme a los conceptos y conceptualizar el concepto, pude distinguir lo artificioso que pueden ser las emociones bajo este rubro, pues la emoción verdadera, la que poseé el ritmo vital, jamás está bajo la sombra de las limitantes dichas. Hace algunos meses emprendí mi labor de manera sacra, con lo cual todo quedó aparentemente sacralizado, sin embargo, ahora dudo. Le leí hace unos días a Ángel González la premisa de Descartes de manera curiosa: Dudo, luego insisto.
También me quedó otra frase: hay algo que el poeta nunca debería dudar; la significación de su trabajo, la trascendencia del arte en que se ejecuta. Al dudar lo que hace, si será trascendente, si será importante tanto esfuerzo, no se ejecutará nada por lo cual, primero debe ser importante para uno mismo,
por el momento aquí le dejo, creo que ya perdí el hilo, escribo esto por momentos en la oficina, así que hasta luego.
1 comentario:
Hola poeta, volvi de mi tiempo sabatico...
Y vine a invitarte que juntos nos encontremos al otro lado de la luna
Te aguardo no demores...
Eros...
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